El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó este jueves que tanto México como Canadá cumplen con las demandas de su administración en materia de seguridad fronteriza. Durante un discurso en el Despacho Oval, Trump declaró: "México hace lo que les decimos que haga, y Canadá hace lo que les decimos que haga".
El mandatario destacó la reducción histórica en los cruces irregulares de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, señalando que "estamos cerrando las fronteras y todo el mundo lo entendió, porque ahora respetan a tu país". Trump también criticó al expresidente Joe Biden, afirmando que él no necesitaba legislación para controlar la frontera, ya que lo logró mediante acciones directas.
Estas declaraciones se producen a solo dos días de que el gobierno mexicano entregara a Estados Unidos a 26 narcotraficantes de alto perfil, en respuesta a una solicitud del Departamento de Justicia estadounidense. La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, defendió esta entrega como una decisión soberana, asegurando que no hubo presión por parte de Trump. "La decisión es por la seguridad de nuestro país, son decisiones soberanas, no tiene que ver con una petición", afirmó Sheinbaum.
Además, la mandataria destacó que la entrega de estos narcotraficantes no está relacionada con el acuerdo de seguridad entre ambos países, que ha sido crucial para evitar la imposición de aranceles del 30% a productos mexicanos.
Trump también mencionó que la situación en la frontera ha cambiado desde su llegada al poder, eliminando la posibilidad de que los migrantes que ingresan de manera irregular se entreguen a las autoridades para solicitar asilo. La frontera se ha convertido en una zona de defensa nacional, lo que permite al Ejército realizar labores de vigilancia.
Según datos recientes, el número de detenciones de inmigrantes en la frontera ha disminuido significativamente, con un promedio de 400 detenciones diarias en el pasado, comparado con las 10 a 20 deportaciones actuales. La Casa Blanca destacó que estos mínimos históricos de detenciones subrayan la eficacia de las políticas de seguridad fronteriza implementadas por Trump.