La situación de Betssy Chávez, ex jefa del gabinete de Pedro Castillo, ha generado una crisis política tras su anuncio de iniciar una huelga de hambre seca desde el penal Anexo de Mujeres de Chorrillos. En una carta difundida por su defensa, Chávez denuncia hostigamientos y abusos que han deteriorado su salud. El expresidente Castillo, desde su detención, responsabiliza al "régimen usurpador" de Dina Boluarte por la vida de Chávez y solicita la intervención urgente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Chávez, quien enfrenta un proceso penal por presunta participación en un intento de golpe de Estado, asegura que no puede seguir resistiendo las condiciones de su encarcelamiento. En su carta, menciona que es víctima de acoso y maltrato por parte de las autoridades penitenciarias, además de recibir medicamentos que afectan su capacidad de defensa. También ha dejado instrucciones testamentarias, solicitando que sus restos sean entregados a su abogado y que se le permita despedirse de sus padres a través de una videollamada.

Pedro Castillo, en un mensaje a través de su cuenta de X, advirtió que la salud de Chávez está en grave peligro y que su existencia está amenazada. Calificó las condiciones de su encarcelamiento como "tratos degradantes e inhumanos" y afirmó que lo que ocurre con ella es parte de una persecución política contra su gobierno. Castillo hizo un llamado a la comunidad internacional para que actúe rápidamente y evite un desenlace fatal.

En su carta, Chávez también denuncia corrupción en el penal, mencionando cobros indebidos y abusos que ocurren bajo la supervisión de la dirección del establecimiento. Hasta el momento, ni el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) ni el Ministerio de Justicia han respondido a estas acusaciones. La situación ha suscitado preocupación entre organizaciones de derechos humanos y ha abierto un nuevo debate sobre el trato a los internos en el país.