Esta semana todos los candidatos y candidatas estarán habilitados para comenzar su proselitismo de cara al 26 de octubre. Dos meses intensos para la política. No tanto para el promedio de la ciudadanía cuyo interés se limita a informarse y decidir su voto durante los últimos días previos al domingo electoral. Algunos ni eso, de hecho, los índices de participación se comportaron a la baja en casi todas las experiencias recientes. Los motivos de la distancia entre el electorado y los pretendientes son muchos y admiten diversas explicaciones. ¿Qué lugar ocupa entre ellos la corrupción?

Un breve repaso por las presidencias democráticas puede brindar una pista. En 1995 Carlos Saúl Menem obtiene un abrumador triunfo en la primera vuelta. Las casusas de corrupción durante el “menemato” era

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