Los importadores estadounidenses cierran la puerta al grano del país, lo que dispara la cotización en Nueva York, mientras el producto exclusivamente brasileño se abarata por la menor demanda
La guerra comercial de Donald Trump ha alcanzado a los productores de café brasileños. El arancel del 50% sobre todas las importaciones procedentes del país ha cortado de raíz uno de los canales más transitados en el mercado mundial del grano: las firmas de tueste estadounidenses rechazan nuevos contratos y han puesto en revisión los vigentes con los productores de Brasil. Así buscan ganar tiempo a ver si hay margen para la negociación. Pero la cotización de la materia prima ya se ha sacudido: los contratos de entrega futura del café arábica —la variante más dulce, cotizada en Nueva York— subiero