La muerte de Adam Raine, un adolescente de 16 años de edad en Estados Unidos, puso en evidencia la responsabilidad de las empresas tecnológicas en la seguridad emocional de los usuarios de inteligencia artificial, ya que los padres del menor aseguran que él usó ChatGPT para planear su desenlace fatal.

Matt y Maria Raine, padres de Adam, demandaron a OpenAI tras el fallecimiento de su hijo, sosteniendo que el joven recurrió al chatbot “como reemplazo de compañía humana” durante sus últimas semanas, mientras lidiaba con episodios de ansiedad y la dificultad para comunicarse con su familia.

La denuncia, presentada a finales de agosto de 2025, en la Corte Superior de San Francisco, California, acusa a la empresa y a su CEO, Sam Altman , de homicidio culposo, defectos en el dise

See Full Page