
La frase es elocuente: “La izquierda radical está causando esto. Y va a empeorar, y llegará un punto en que otros no lo soportarán más y eso no será bueno para la izquierda radical”. El presidente de EEUU ha abierto la puerta a más violencia en una comparecencia ante los medios en el Despacho Oval con el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. Una comparecencia en la que el presidente de EEUU ha propinado numerosos piropos a su invitado y ningún periodista ha preguntado por los derechos humanos en Turquía.
“La izquierda radical está causando el problema”, ha dicho Trump al ser preguntado por el tiroteo en una instalación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Dallas (Texas) este miércoles con el resultado de tres muertos y un herido : “Están fuera de control y son muy tontos. Son personas con un cociente intelectual muy bajo. La izquierda radical está causando este problema, no la derecha, va a empeorar y al final se les volverá en contra”.
Trump ha proseguido: “Pasan cosas malas cuando juegan a estos juegos. Y les daré una pequeña pista: la derecha es mucho más dura que la izquierda, pero la derecha no está haciendo esto. Y más les vale no incitarlos, porque no será bueno para la izquierda, y tampoco quiero que eso suceda. Soy el presidente de todo el país. Pero la izquierda radical está causando esto. Los demócratas de izquierda radical están causando este problema, y va a empeorar, va a empeorar, y llegará un punto en que otros no lo soportarán más y eso no será bueno para la izquierda radical. Y no queremos eso”.
Persecución contra el ex director del FBI
En relación con la que parece inminente acusación contra James Comey, ex director del FBI en tiempos de Barack Obama, a quien el presidente de EEUU acusa de inventar el caso de la injerencia rusa en las elecciones de EEUU en 2016 a favor de Trump, ha dicho: “No puedo decirle qué va a pasar, porque no lo sé. Hay gente muy profesional, encabezada por la fiscalía general, con Todd Blanche y Lindsay Allegan. Van a tomar una decisión. Yo no la voy a tomar. Creo que me permitirían involucrarme si así fuera, pero no quiero hacerlo. Solo puedo decir que Comey es una mala persona. Es un enfermo. De hecho, hizo cosas terribles en el FBI, pero no lo sé. No tengo ni idea de qué va a pasar”.
Comey era el director del FBI cuando Trump asumió el cargo en 2017, tras haber sido nombrado por Barack Obama, después de haber sido un alto funcionario del Departamento de Justicia durante la Administración de George W. Bush. Pero su relación con Trump fue tensa desde el principio, y el director del FBI se resistió a una petición de Trump en una cena privada para que le jurara lealtad personal . Esta propuesta lo inquietó tanto que la documentó en un informe.
Poco después, Trump despidió a Comey en medio de una investigación sobre posibles vínculos entre Rusia y la campaña presidencial de Trump de 2016. Dicha investigación, posteriormente asumida por el fiscal especial Robert Mueller, finalmente determinaría que, si bien Rusia interfirió en las elecciones de 2016 y el equipo de Trump se benefició de la ayuda, no había pruebas suficientes para demostrar una colaboración delictiva.
Trump se abre a levantar el veto a los cazas estadounidenses
El presidente de EEUU, quien ha comparecido con el pin de un F-35 en la solapa, se ha mostrado dispuesto a levantar el embargo que impuso Barack Obama a Turquía por comprar sistemas de defensa antiaérea rusos.
“Hablaremos del F-35”, ha reconocido Trump, “y creo que conseguirá comprar lo que quiere. Bueno, ya veremos, ni siquiera hemos empezado la reunión, pero sé que quiere el F-35 y lo estamos hablando muy en serio. Y con el F-16 estamos muy cerca”.
Así, Trump ha reconocido que podría levantar las sanciones contra Turquía “muy pronto; si tenemos una buena reunión, casi de inmediato”.
Cuando Turquía, miembro de la OTAN, compró sistemas rusos antiaéreos S-400 en 2017, la Administración Obama lo consideró un un riesgo, y señalo que Moscú podría acceder a información sensible sobre la tecnología del F-35.
Así, EEUU aplicó la Ley para Contrarrestar a los Adversarios de EEUU mediante Sanciones (CAATSA), e impuso restricciones a la industria de defensa turca, al tiempo que aplicó un embargo a las exportaciones militares, lo cual afectaba a futuras entregas de aeronaves.
De esta manera, el Senado de EEUU vetó en 2018 la venta de F-35 a Turquía mientras no renunciara al S-400, algo que Ankara nunca ha hecho.
Turquía tenía previsto comprar hasta 100 cazas F-35 y llegó a pagar anticipos y producir piezas para el programa, pero tras el veto se bloquearon esas entregas y contratos, informa Efe.