El desembarco de los cerca de 4.500 ocupantes del portaaviones el USS Gerald R. Ford en Palma divide a los antibelicistas y los que rechazan su presencia en un momento de tensión geopolítica de aquellos que abrazan los ingresos que pueden suponer para el sector turístico. Mientras en diferentes puntos de la Isla, en especial Magaluf, Playa de Palma y centros comerciales, se observa el fondeo del mayor gigante de la flota de Estados Unidos como una buena noticia, otros locales no son precisamente de la misma opinión, más bien tienen una visión totalmente opuesta.

En un céntrico bar de Palma no han dudado en dejar clara su postura sobre la presencia de marinos y personal tanto civil como militar vinculado al portaaviones en su entrada. Un cartel con la inscripción «US Army people are not we

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