Randall Gamboa, un costarricense de 52 años, falleció este domingo en el hospital público Fernando Escalante Pradilla, en la zona sur de Costa Rica. Gamboa había estado bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EE.UU. durante ocho meses y fue devuelto a su país en un estado crítico. La noticia fue confirmada por su hermana, Greidy Mata. La doctora Joicy Solís, directora médica del hospital, informó que Gamboa murió a las 8:53 am (hora local) del domingo, aunque no proporcionó detalles sobre la causa de su muerte debido a la protección de datos del paciente. Gamboa había salido de Costa Rica en diciembre de 2024 en busca de trabajo, pero fue detenido por agentes de ICE dos días después de cruzar la frontera por Tijuana. Su familia denunció que perdieron contacto con él en junio de 2025 y que ICE les comunicó que Randall no deseaba comunicarse con ellos ni con el Consulado. Una abogada logró localizar a Gamboa en un hospital de Texas, donde se encontraba en estado “crítico”. Su familia recibió un aviso de ICE un día antes de su llegada a Costa Rica, el 2 de septiembre, en un vuelo ambulancia. Al llegar, su estado de salud fue calificado por sus familiares como “inhumano”, presentando rabdomiólisis y encefalopatía. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de EE.UU. indicó que a Gamboa se le diagnosticó “psicosis no especificada” y que recibió atención médica y de salud mental adecuada. Ante el deterioro de su salud y su posterior fallecimiento, la Cancillería de Costa Rica ha iniciado un seguimiento diplomático. Herbert Espinoza, jefe consular, confirmó que se envió una nota al Departamento de Estado de EE.UU. solicitando explicaciones sobre la evolución médica de Gamboa, el tratamiento que recibió y las circunstancias que llevaron a su grave estado al ser deportado. Espinoza calificó el caso como “extraordinario”, señalando que es la primera vez en muchos años que una persona regresa a Costa Rica en una condición de salud tan delicada. El Ministerio de Relaciones Exteriores busca obtener respuestas que satisfagan las inquietudes de la familia y del Gobierno, y determinar si se requieren más acciones diplomáticas. Mientras tanto, la familia de Randall Gamboa Esquivel espera que se tomen responsabilidades por las condiciones en las que fue devuelto al país.