El Gobierno de Trump está considerando cambios significativos en el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) debido a la frustración por el bajo número de arrestos migratorios. Fuentes cercanas a las discusiones han indicado que la Casa Blanca estableció una meta ambiciosa de 3.000 arrestos diarios a principios de este año, una cifra que resulta elevada para una agencia con recursos y personal limitados. A pesar de un aumento en los arrestos, ICE no ha logrado cumplir con esta meta, lo que ha generado tensiones entre la Casa Blanca y la agencia. Se están planeando reasignaciones de al menos una docena de directores de oficinas de ICE en todo el país, ya que altos funcionarios consideran que no están rindiendo lo suficiente. ICE cuenta con 25 oficinas de campo. La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, afirmó: “Aunque no tenemos cambios de personal para anunciar en este momento, el Gobierno de Trump sigue enfocado en obtener resultados y en remover a extranjeros ilegales criminales y violentos de este país”. Desde que se implementaron las órdenes de deportaciones masivas tras la toma de posesión de Trump, ICE ha enfrentado críticas tanto de miembros de la administración que consideran que no están haciendo lo suficiente, como de legisladores y defensores que opinan que están actuando en exceso. Además, el público ha mostrado su indignación, llevando a algunos a tomar medidas drásticas para impedir la aplicación de las leyes migratorias. Para aumentar los arrestos, el Departamento de Seguridad Nacional ha desplegado agentes de la Patrulla Fronteriza en todo el país. Estos agentes han estado involucrados en enfrentamientos con manifestantes y en algunas de las acciones de aplicación de la ley más controvertidas de la administración. Las discusiones también incluyen la posibilidad de reemplazar a algunos jefes de oficinas de ICE con funcionarios de la Patrulla Fronteriza, aunque estos planes aún no están finalizados. Gregory Bovino, jefe de patrulla del sector El Centro, lidera la ofensiva migratoria en ciudades gobernadas por demócratas, actualmente en Chicago. Los líderes del Departamento de Seguridad Nacional y la Casa Blanca han elogiado el trabajo de Bovino y de la Patrulla Fronteriza. Más de 1.500 agentes de la Patrulla Fronteriza están colaborando con ICE en la aplicación de las leyes migratorias en el interior de EE.UU. Sin embargo, a pesar de que ambas agencias dependen del Departamento de Seguridad Nacional, cumplen funciones diferentes, lo que genera preocupación sobre la posible sustitución de líderes de ICE por funcionarios de la Patrulla Fronteriza.