A lo largo de las taquerías cerradas y los salones medio vacíos de Buford Highway, el miedo ahora supera al tráfico, pero detrás del silencio, familias, dueños de negocios y líderes comunitarios resisten en silencio el frío de las redadas migratorias con coraje, rituales y sueños que no se rinden.
Donde antes hubo bullicio, ahora se instala el silencio
En cualquier otra tarde de verano, Buford Highway —la vibrante arteria cultural del área metropolitana de Atlanta— debería palpitar con los ritmos de más de 50 idiomas. Pero en este sofocante día de julio, la acera frente a un supermercado de descuentos en Brookhaven está casi desierta. Una madre peruana, flanqueada por sus tres hijas pequeñas, se apresura hacia su auto. Una de las niñas sujeta una lliclla tradicional —un manto andino pa