La reciente aprobación de la reelección presidencial indefinida en El Salvador ha reavivado el debate sobre los riesgos que implica esta práctica en los sistemas democráticos de América Latina.
Con 57 votos a favor de 60 posibles, la Asamblea Legislativa —controlada por el partido del presidente Nayib Bukele— aprobó una reforma que no solo permite la reelección indefinida, sino que también extiende el mandato presidencial de cinco a seis años y elimina la segunda vuelta electoral.
Aunque el cambio marca un hito en la política salvadoreña, no es un fenómeno nuevo en la región. En las últimas décadas, países como Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Ecuador también modificaron sus constituciones para eliminar los límites a la reelección presidencial, lo que ha generado preocupación sobre una te