Durante décadas Israel ha sido un actor clave en el ámbito tecnológico mundial, tanto en el campo militar como en sectores civiles de gran relevancia: ingeniería, telecomunicaciones, medicina, gestión del agua o agricultura avanzada. Su modelo de innovación, basado en un entramado de startups (sociedades nuevas de alta tecnología con una idea innovadora), universidades de élite y cooperación civil-militar, le granjeó el apodo de startup nation. El libro de Dan Senor y Saul Singer, con este título, explica las causas del milagro económico israelí.
España, como otros países europeos aliados de Israel, se benefició de esta red de conocimientos, muy especialmente en los mencionados sectores de telecomunicaciones, la desalinización de agua, la ciberseguridad y la investigación biomédica, entre