¡Bravas! Nuevamente son mujeres quienes arrinconan al presidente Donald Trump a mirarse en su propio espejo, en esta ocasión, como posible conocedor y presunto partícipe del esquema de tráfico de menores para esclavizarlas sexualmente. Ya no es la exesposa fenecida Ivana Trump, quien en su autobiografía inicialmente denunció que alegadamente la violó, aunque luego se retractó. Al ella morir misteriosamente tras caer por escaleras en su vivienda (ABC News, 15/julio/2022), hasta muerta, Trump le saca provecho ecónomico. Enterrada en terrenos de su campo de golf -convertido en cementerio- le exime de pagos contributivos sobre dicha propiedad (Business Insider, 31/julio/2022). Las entonces víctimas menores de edad, de Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, tampoco eran trabajadoras sexuales adul

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