Una brecha inesperada se ha abierto entre Donald Trump y su base más fiel. El caso de Jeffrey Epstein ha derivado en un conflicto abierto entre el presidente y figuras clave del movimiento ‘Make America Great Again’ (MAGA), luego de que el Departamento de Justicia (DOJ) concluyera que no existe una “lista de clientes” del magnate acusado de tráfico sexual de menores.

La fiscal general Pam Bondi, aliada cercana de Trump, ha sido blanco de críticas por parte de influyentes activistas MAGA tras conocerse esta semana el memorando del DOJ y el FBI que descarta la existencia de una red de encubrimiento y respalda que Epstein se suicidó en prisión en 2019.

La revelación ha sido vista por muchos como una traición, dado que desde hace años tanto Bondi como el propio Trump prometieron transparen

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