Una crisis inesperada ha estallado entre Donald Trump y su base más leal, el movimiento ‘Make America Great Again’ (MAGA). El conflicto se ha intensificado tras la publicación de un memorando del Departamento de Justicia (DOJ) y el FBI, que concluye que no existe una lista de clientes del fallecido magnate Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores. Esta revelación ha sido interpretada por muchos como una traición, especialmente hacia la fiscal general Pam Bondi, una aliada cercana de Trump, quien ha sido objeto de críticas por parte de influyentes activistas de MAGA.
El memorando, divulgado la semana pasada, sostiene que Epstein se suicidó en prisión en 2019 y que no hay evidencia de una red de encubrimiento que involucre a figuras poderosas. Esta información contradice las promesas de transparencia que tanto Trump como Bondi habían hecho a sus seguidores. En respuesta a la creciente insatisfacción, Trump defendió a Bondi, instando a sus seguidores a mantener la unidad. "Todos estamos en un equipo, MAGA, y no me gusta lo que está pasando", escribió en Truth Social, añadiendo que "dejen a Pam Bondi hacer su trabajo. Es grandiosa".
Sin embargo, su defensa no ha logrado calmar las tensiones. Críticos dentro del movimiento MAGA han expresado su descontento. El exlegislador estatal Anthony Sabatini, un antiguo defensor de Trump, afirmó que "Trump está perdiendo su toque" y que su administración está siendo socavada por "personal deshonesto". Durante la reciente Cumbre de Acción Estudiantil, el malestar fue palpable, con muchos asistentes decepcionados por lo que consideran un giro inesperado en el manejo del caso Epstein.
Donald Trump Jr. también se ha sumado a las críticas, exigiendo la revelación de la "lista completa de clientes de Epstein" y cuestionando a quienes protegen a "esos canallas". Bondi, por su parte, había afirmado en febrero que tenía dicha lista "sobre su escritorio", lo que ahora contrasta con el informe oficial que niega su existencia. La respuesta de Trump, lejos de cerrar la crisis, ha avivado aún más las críticas. "Tenemos una Administración perfecta, de la que habla el mundo, y 'personas egoístas' están tratando de dañarla, todo por un sujeto que nunca muere, Jeffrey Epstein", declaró el presidente en defensa de su equipo.
Este episodio marca un punto de inflexión en la relación entre Trump y su base, sugiriendo que las luchas internas podrían tener un impacto duradero en el futuro del movimiento MAGA.