La familia de un adolescente de 16 años demandó a la compañía OpenAI, creadora del chatbot ChatGPT, luego de que el menor se suicidara tras conversaciones con la inteligencia artificial.
Ante la situación, la empresa de tecnología está modificando la manera en la que el asistente virtual responde a los usuarios que demuestran angustian mental o emocional.
Adam cometió suicidio el pasado abril. Desde entonces, sus padres levantaron una demanda en contra de la empresa dueña de ChatGPT y en contra de su director ejecutivo, Sam Altman, argumentando que la versión de la inteligencia artificial de ese momento se “lanzó al mercado apresuradamente a pesar de los evidentes problemas de seguridad”.
La familia agregó que el joven contó con “meses de apoyo por parte de ChatGPT” antes de la tragedi